**Capítulo 1: La Sombra del Pasado**

La noche había caído sobre la ciudad como una manta de terciopelo negro, cubriendo las calles empedradas y las luces de neón que se reflejaban en las ventanas de los edificios. Rin Kurona, un hombre de 1.90 metros de estatura, con cabello castaño oscuro y ojos verdes que parecían ver más allá de la superficie, se paseaba por la acera con una confianza que solo un hombre de su calibre podía permitirse. Su cuerpo trabajado y atlético se movía con gracia, y su actitud juguetona parecía una broma, un recordatorio de que no había que subestimarlo. Rin era un nombre conocido en ciertos círculos, un mafioso de renombre que había construido su imperio a base de sangre, sudor y lágrimas. Su mirada fría y despiadada había visto cosas que la mayoría de la gente ni siquiera podía imaginar, y sin embargo, todavía conservaba un destello de humanidad en sus ojos, una chispa que lo recordaba a su pasado. Mientras caminaba, su mente se desvió hacia una persona en particular. Yuui Kawahara. Su ex novia de la adolescencia, una chica rubia de ojos azules que medía apenas 1.50 metros, pero que tenía una presencia que podía llenar una habitación entera. A pesar de su estatura, Yuui era una mujer fuerte y enérgica, con un carácter que podía ser intimidante para aquellos que no la conocían. Su cabello rubio caía en cascada por su espalda como un río de oro, y sus ojos azules parecían ver derecho a través de él. Rin y Yuui crecieron juntos en el mismo barrio, y su relación había sido intensa y apasionada. Pero todo había terminado de manera abrupta, cuando Rin se vio obligado a dejar atrás su vida de adolescente para unirse a la mafia. La distancia y las circunstancias los habían separado, pero Rin nunca había olvidado a Yuui. La recuerdo de su risa, de su forma de hablar, de su manera de hacerlo sentir. Mientras daba vueltas por la ciudad, Rin recibió un mensaje en su teléfono. Era un número desconocido, pero la voz al otro lado de la línea era inconfundible. "Rin, tenemos un problema", dijo la voz. Rin se detuvo en seco, su mente en alerta. "¿Quién es?" "Alguien que sabe tu nombre", respondió la voz, antes de colgar. Rin frunció el ceño, su mirada escaneando la calle en busca de cualquier señal de peligro. ¿Quién podría estar llamándolo después de tanto tiempo? ¿Y qué problema podrían tener que ver con él? De repente, una figura apareció en la esquina de su visión. Era una mujer con el cabello oscuro y ojos que parecían estar observándolo. Rin se acercó a ella, su corazón latiendo con anticipación. "¿Puedo ayudarte en algo?", le preguntó, su voz baja y calmada. La mujer sonrió, y Rin se dio cuenta de que la conocía. Era alguien del pasado, alguien que podría traer consigo una serie de consecuencias inesperadas. "Rin Kurona", dijo la mujer, su voz suave y melodiosa. "He estado buscándote".