**Capítulo 26: La Unión con la Naturaleza**
Part 25
La noche había caído sobre el bosque, y Maddie se encontraba sola, reflexionando sobre lo que había sucedido con Marly y la puerta. No podía sacudir la sensación de que algo había cambiado en ella, algo que la había llevado a cuestionar su propia realidad. Mientras caminaba por el bosque, se detuvo frente a un árbol antiguo y majestuoso. Su tronco era grueso y rugoso, y sus ramas se extendían hacia el cielo como brazos que la invitaban a acercarse. Maddie se sintió atraída por el árbol, como si hubiera una conexión entre ellos. Se acercó y lo acarició suavemente, sintiendo la rugosidad de su tronco bajo sus dedos. De repente, recordó las palabras de Marly: "Quiero sentirla dentro de mí". Maddie se preguntó si ella también podía sentir algo similar. Sin pensarlo, Maddie se desnudó y se acercó al árbol. Lo abrazó con fuerza, sintiendo su calor y su energía. El árbol parecía estar esperándola, y Maddie se sintió como si estuviera siendo absorbida por él. Comenzó a besar el tronco del árbol, y luego se deslizó hacia abajo, hasta que se encontró en una posición que la hizo sentir extraña y liberada. El árbol parecía estar respondiendo a ella, y Maddie sintió una conexión profunda y primitiva. Se unió al árbol de una manera que no podía explicar, y sintió que su cuerpo y su alma se estaban fusionando con la naturaleza. La sensación era intensa y liberadora, y Maddie se sintió como si hubiera encontrado algo que había estado buscando durante mucho tiempo. Mientras se unía al árbol, Maddie sintió que estaba sucediendo algo profundo y transformador. Su cuerpo se estaba convirtiendo en uno con el árbol, y su mente se estaba expandiendo hacia una realidad más amplia. La unión era tan intensa que Maddie se sintió como si estuviera perdiendo su identidad, pero al mismo tiempo, se sentía más viva que nunca. La oscuridad del bosque parecía estar iluminándose, y Maddie sintió que estaba siendo envuelta por una luz suave y cálida. Su respiración se volvió más lenta y profunda, y su corazón late con un ritmo que parecía estar sincronizado con el latido del árbol. En ese momento, Maddie supo que nada volvería a ser igual. Su unión con el árbol había cambiado algo en ella, algo que no podía explicar, pero que la había llevado a sentir una conexión profunda con la naturaleza y con ella misma.