**Capítulo 52: La conexión inesperada**

La escena anterior todavía estaba fresca en la mente de Maddie y Ruby, y aunque no habían dicho una palabra sobre lo que había sucedido, la tensión entre ellas era palpable. La habitación parecía cargada de una electricidad que no podían ignorar. Maddie se levantó de su asiento y se acercó a Ruby, que estaba sentada en el sofá, mirando fijamente un punto en el espacio. Sin decir una palabra, Maddie se sentó a su lado y tomó su mano. Ruby no se movió, no reaccionó, pero Maddie sabía que estaba sintiendo algo. La conexión entre ellas era fuerte, y Maddie podía sentir el latido de su corazón. De repente, Ruby se volvió hacia ella, y sus ojos se encontraron. No hubo necesidad de decir nada, la atracción entre ellas era evidente. Maddie se inclinó hacia adelante, y sus labios se encontraron con los de Ruby. El beso fue suave al principio, pero rápidamente se intensificó. Se levantaron del sofá, y Maddie rodeó con sus brazos a Ruby, acercándola hacia ella. Se dirigieron hacia la habitación de Ruby, y se detuvieron frente a la lavadora. Sin decir una palabra, se miraron, y luego comenzaron a desvestirse. La lavadora, que había estado silenciosa y estacionaria, se convirtió en un testigo involuntario de la pasión que crecía entre Maddie y Ruby. La ropa caía al suelo, y ellas se acercaban cada vez más. Finalmente, se dejaron caer sobre la lavadora, y se entregaron a su deseo. El ruido de la respiración, el susurro de la ropa al caer, y el sonido de sus cuerpos moviéndose, llenaron el espacio. En ese momento, nada más importaba que ellas dos y su conexión. La lavadora, la habitación, el mundo exterior, todo se desvaneció, y solo quedaron Maddie y Ruby, perdidas en su pasión.