**Capítulo 2: Bajo la Luna Plateada**

La campana del instituto sonó, señalizando el final de la jornada escolar. Maddie suspiró de alivio mientras recogía sus cosas y se dirigía hacia la puerta. Tenía ganas de escapar de la mirada curiosa de sus compañeros y encontrar un lugar donde pudiera relajarse. Una vez fuera del instituto, Maddie se dirigió hacia el bosque que se encontraba al otro lado de la carretera. Era un lugar solitario y tranquilo, rodeado de árboles altos y un río que corría suavemente. Maddie había descubierto aquel lugar hacía unos meses, y desde entonces lo había convertido en su refugio. Mientras caminaba por el bosque, Maddie se sentía cada vez más relajada. El aire fresco y el canto de los pájaros la envolvían, y ella se olvidaba de la presión de mantener su secreto en el instituto. Llegó a un claro y se detuvo, mirando hacia la luna que comenzaba a asomarse por detrás de los árboles. Era allí donde Maddie se sentía más cerca de su yo furry, Moonlight. Se quitó la mochila y sacó un pequeño bolso que llevaba consigo. Dentro, había una peluca de zorro plateado y una nota que decía: "Prepárate para ser libre". Maddie sonrió para sí misma mientras se miraba en un pequeño espejo que llevaba en el bolso. Se imaginó a Moonlight, su personaje furry, y se sintió un cosquilleo en el estómago. Sabía que no podía cambiarse allí, en el bosque, pero se permitió soñar un poco. Se sentó en una roca, cerró los ojos y dejó que la imaginación la llevara a un mundo donde podía ser Moonlight sin temor a ser juzgada. La luna plateada brillaba en su mente, y ella se sentía libre y salvaje. De repente, escuchó un ruido detrás de ella. Se dio la vuelta, lista para correr si era necesario. Pero lo que vio la hizo detenerse en seco. Un chico con el cabello oscuro y ojos verdes la estaba mirando, sonriendo suavemente. Maddie no lo había visto antes, pero había algo en él que la hacía sentir segura. ¿Quién era este chico, y qué quería?