Capítulo 16: La Libertad sin Límites
Part 15
La mañana siguiente, Maddie se despertó con una sensación de euforia y libertad que todavía la envolvía. La experiencia del día anterior con el árbol había sido intensa y liberadora, y todavía podía sentir la rugosidad de su tronco y la suavidad de sus hojas en su piel. Se levantó de la cama y se dirigió al jardín, sintiendo el sol brillante en su rostro y el aire fresco en sus pulmones. Mientras caminaba por el jardín, su mirada se posó en el árbol con el que había tenido una experiencia tan intensa el día anterior. No pudo evitar sonreír al recordar lo que había hecho. De repente, una idea traviesa se le ocurrió y se rió a carcajadas. ¿Por qué no llevar su libertad y su espontaneidad un paso más allá? Se acercó al árbol y lo miró con una sonrisa maliciosa. Luego, sin pensarlo dos veces, se agachó y se puso en cuclillas sobre el tronco del árbol. La sensación de libertad y abandono la invadió de nuevo, y Maddie se sintió como si nada fuera imposible. Con un gesto de desafío y diversión, Maddie dejó que su cuerpo se relajara y se entregó a su impulso. El acto en sí mismo fue una liberación, una forma de expresar su libertad sin límites. La risa que siguió fue un sonido de pura alegría y satisfacción. Después, se sintió renovada y con una sensación de logro. La experiencia había sido una forma de reafirmar su conexión con la naturaleza y consigo misma. La sonrisa todavía en su rostro, Maddie se bajó del árbol y se dirigió hacia la casa, sintiendo el sol en su piel y el viento en su cabello. La puerta de la casa se abrió y su amiga, Laura, apareció con una taza de café en la mano. "Buenos días, Maddie", dijo, mirándola con curiosidad. "¿Qué pasa? Pareces haber estado en una fiesta". Maddie se rió y se acercó a Laura. "Algo así", dijo con una sonrisa misteriosa. "Pero no te preocupes, te lo contaré todo... o quizás no". Y con eso, le guiñó un ojo y se fue hacia la cocina, dejando a Laura con una expresión de sorpresa y curiosidad.