**La Sombra en la Noche**
Part 3
La oscuridad parecía cobrar vida propia en las calles de Magix, como si las sombras mismas estuvieran observando a las chicas Winx y sus amigos mientras se divertían en el club nocturno. La música y las risas llenaban el aire, pero en un rincón apartado, una figura solitaria se deslizaba entre las sombras, invisible para los demás. Malakai, el poderoso hechicero, se movía con sigilo, sus ojos fijos en las chicas Winx. Su sonrisa se había vuelto más amplia, y su mente estaba llena de planes y estrategias para conquistar Alfea y Magix. Mientras observaba a sus enemigos, una idea comenzó a tomar forma en su mente. De repente, Malakai desapareció en la oscuridad, dejando atrás solo un susurro de su presencia. Las chicas Winx y sus amigos no se dieron cuenta de nada, demasiado absortos en su diversión. Pero en un rincón del club, Sky sintió un escalofrío, como si algo hubiera pasado justo al lado de él. —¿Qué pasa, Sky? —preguntó Bloom, notando el cambio en su expresión. Sky se encogió de hombros, intentando desechar la sensación. —No lo sé —dijo—. Solo me pareció que algo... raro. Bloom sonrió, tranquilizándolo. —No te preocupes, Sky —dijo—. Estoy segura de que es solo tu imaginación. Pero mientras Bloom hablaba, Riven se acercó a ellas, su mirada intensa y preocupada. —Chicas —dijo—. Creo que deberíamos irnos de aquí. No me gusta la sensación que tengo. Las chicas Winx se miraron entre sí, sorprendidas por la preocupación de Riven. —¿Qué pasa, Riven? —preguntó Musa. Riven se encogió de hombros. —No lo sé —dijo—. Solo tengo un mal presentimiento. Tecna se levantó, lista para seguir a Riven. —Vamos —dijo—. Si Riven dice que debemos irnos, debemos irnos. Las chicas Winx y sus amigos se despidieron de sus amigos y salieron del club, dejando atrás la música y la diversión. Pero mientras caminaban por las calles de Magix, la oscuridad parecía cerrarse sobre ellos, como si algo estuviera esperando en las sombras. De repente, un viento frío comenzó a soplar, y las luces de las calles se apagaron, sumiendo a la ciudad en una oscuridad total. Las chicas Winx y sus amigos se detuvieron, mirando alrededor con miedo. —¿Qué pasa? —preguntó Flora, su voz temblando. Riven se puso delante de ellas, su mirada fija en la oscuridad. —No lo sé —dijo—. Pero creo que estamos a punto de averiguarlo.