**Capítulo 14: La calma después de la tormenta**

La calma después de la tormenta La policía llegó rápidamente, y Maddie se sintió aliviada al ver a los agentes de uniforme azul entrando en su casa. Les explicó todo lo que había sucedido, desde el momento en que la criatura apareció en su jardín hasta el momento en que la mató con el cuchillo. Los agentes la escucharon atentamente, tomando notas y haciendo preguntas. Mientras la policía se encargaba de la escena del crimen, Maddie se sentó en el sofá, exhausta y temblando todavía. Su familia se reunió alrededor de ella, abrazándola y tranquilizándola. La policía les hizo preguntas también, pero ellos no habían visto nada. Estaban durmiendo cuando la criatura llegó. Después de un rato, uno de los agentes se acercó a Maddie y le dijo que necesitaban hacer una declaración oficial en la comisaría. Maddie se levantó, todavía temblando, y se preparó para ir con ellos. Su familia la acompañó hasta la puerta, donde les dijeron que estarían bien y que volverían pronto. La comisaría estaba cerca, y Maddie llegó allí con la policía. La hicieron entrar en una habitación pequeña donde había una mesa y sillas. Un agente le dio un formulario y le pidió que escribiera su declaración. Maddie se sentó y comenzó a escribir, relatando todo lo que había sucedido. Mientras escribía, no podía evitar pensar en la criatura. ¿Qué era? ¿De dónde venía? ¿Había más como ella? Las preguntas se arremolinaban en su cabeza, pero no tenía respuestas. Después de un rato, terminó de escribir y se lo devolvió al agente. Él lo leyó y le hizo algunas preguntas adicionales. Maddie respondió lo mejor que pudo, pero todavía había muchas cosas que no sabía. Finalmente, el agente le dijo que había hecho todo lo que podía por ahora. La policía se encargaría de investigar y tratar de encontrar respuestas. Maddie se levantó y se despidió de los agentes. Estaba cansada y quería ir a casa con su familia. Salió de la comisaría y miró alrededor. La ciudad parecía normal, como si nada hubiera sucedido. Pero Maddie sabía que su vida había cambiado para siempre. Algo había desaparecido, y no sabía qué era. La oscuridad seguía acechando, y Maddie sabía que no podría descansar hasta que supiera qué había pasado. De repente, un agente la llamó. "Señora, espere un momento". Maddie se dio la vuelta y vio al agente acercándose a ella. "¿Qué pasa?", le preguntó. El agente sonrió. "Parece que hemos encontrado algo que podría ayudar a explicar lo que sucedió anoche". Maddie se sintió un destello de esperanza. ¿Podría ser que finalmente encontrara respuestas? Se acercó al agente, ansiosa por saber qué había descubierto la policía.