**Capítulo 10: Un despertar inesperado**

La mañana había llegado, y con ella, la luz del sol se filtraba a través de las cortinas de la habitación, iluminando suavemente el rostro de Danae. La joven estaba dormida, con una de sus piernas sobre las de Jungkook, y su cabello despeinado sobre su pecho. Jungkook, por su parte, tenía un brazo alrededor de su cintura, sosteniéndola cerca de él. Mientras Danae dormía, Jungkook se quedó quieto, disfrutando del calor de su cuerpo y del sonido suave de su respiración. No quería moverse, no quería despertar y romper el hechizo de la noche anterior. Pero, inevitablemente, Danae comenzó a moverse, y Jungkook se dio cuenta de que estaba despertando. Danae se estiró, y su pierna se deslizó sobre la de Jungkook, que se quedó quieto, sin querer hacer ruido. La joven se sentó en la cama, frotándose los ojos y mirando a su alrededor, desorientada. Jungkook sonrió, viendo la confusión en su rostro. "Buenos días", dijo, su voz suave y baja. Danae se volvió hacia él, sonriendo débilmente. "Buenos días", respondió, su voz aún ronca por el sueño. Jungkook se sentó en la cama, y Danae se acercó a él, apoyando su cabeza en su hombro. Jungkook la rodeó con sus brazos, y se quedaron allí en silencio durante un rato, disfrutando del calor y la proximidad. "¿Cómo te sientes?", preguntó Jungkook, después de un rato. Danae se encogió de hombros. "Bien", dijo, su voz suave. "Me siento... tranquila". Jungkook sonrió, y la besó suavemente en la cabeza. "Me alegra", dijo. "Quiero que te sientas siempre así, tranquila y segura". Danae se volvió hacia él, y lo miró a los ojos. "Tú me haces sentir así", dijo, su voz llena de emoción. Jungkook sonrió, y la besó suavemente en los labios. "Quiero seguir haciéndolo", dijo. "Quiero estar contigo, siempre".