"La Noche de Pasión y Verduras"

Después de la cena, Maddie se sintió un poco mareada, pero de una manera extraña, comenzó a disfrutar de la compañía de Eira y Riven. La velada había sido intensa, pero también había sido emocionante. Mientras limpiaban la mesa, Eira se acercó a Maddie y la miró a los ojos. "¿Quieres saber un secreto?", preguntó Eira, sonriendo. Maddie se encogió de hombros, curiosa. "¿Qué es?" Eira se inclinó hacia adelante, su voz apenas audible. "He estado deseándote desde que te conocí." Maddie's corazón latió más rápido. No había esperado que Eira sintiera eso por ella. Miró a Riven, que estaba observando la escena con interés. "¿Y tú, Riven?", preguntó Maddie, buscando su opinión. Riven se encogió de hombros. "Eira y yo hemos hablado mucho sobre ti. Queremos que seas parte de nuestra vida." Maddie se sintió halagada, pero también un poco abrumada. Sin embargo, mientras miraba a Eira, se dio cuenta de que sentía lo mismo. Eira la tomó de la mano y la llevó a su habitación. Maddie se sintió un poco nerviosa, pero también emocionada. Se dio cuenta de que estaba lista para explorar sus sentimientos. Eira la besó suavemente en los labios y Maddie se sintió derretir. Mientras se besaban, Riven se unió a ellas, acariciando el cabello de Eira. Las tres mujeres se movieron en sincronía, sus cuerpos entrelazados. Maddie se sintió libre y salvaje, como si hubiera encontrado algo que había estado buscando durante mucho tiempo. En un momento de pasión intensa, Maddie y Eira se miraron a los ojos y se dieron cuenta de que estaban listas para llevar su relación al siguiente nivel. Y en ese momento, ambas revotaron, alcanzando un clímax intenso y liberador. Después, las tres mujeres se abrazaron, exhaustas pero felices. Maddie se dio cuenta de que había encontrado algo especial con Eira y Riven, algo que la hacía sentir viva. "Gracias", dijo Maddie, sonriendo. Eira sonrió de regreso. "Siempre", dijo. Y en ese momento, Maddie supo que su vida había cambiado para siempre.