**Capítulo 7: Un refugio seguro**

Más tarde, Jungkook acompañó a Danae a su departamento para que descansara. El camino fue corto y silencioso, con solo el sonido de sus pasos resonando en la noche. Danae se sentía agradecida por la compañía de Jungkook, y él parecía entender que no necesitaba hablar. Al llegar al departamento, Jungkook se detuvo en la puerta y se volvió hacia Danae. "¿Estás segura de que estás bien?", preguntó, su voz llena de preocupación. Danae asintió, sonriendo débilmente. "Sí, estoy bien. Gracias por acompañarme", dijo, abriendo la puerta del departamento. Jungkook sonrió y entró con ella, cerrando la puerta detrás de sí. "Quiero asegurarme de que estés bien", dijo, mirando alrededor del departamento. "¿Quieres que te prepare algo de beber o que te ayude con algo?" Danae negó con la cabeza, sintiéndose un poco abrumada por la amabilidad de Jungkook. "No, gracias. Solo necesito descansar un poco", dijo, dirigiéndose hacia su habitación. Jungkook asintió y la siguió, deteniéndose en la puerta de la habitación. "¿Quieres que me quede un rato?", preguntó, su voz suave. Danae se detuvo y se volvió hacia él, sintiendo una mezcla de emociones. "No, gracias. Estoy bien. Solo necesito dormir", dijo, sonriendo débilmente. Jungkook asintió y se inclinó hacia adelante, besando su frente suavemente. "Buenas noches, Danae. Descansa", dijo, antes de darse la vuelta y salir de la habitación. Danae se quedó mirando la puerta cerrada, sintiendo un sentimiento de gratitud hacia Jungkook. Se metió en la cama y cerró los ojos, sintiendo que por primera vez en mucho tiempo, estaba a salvo.