**Capítulo 2: Una llamada inesperada**

La puerta de la sala de espera se cerró detrás de Jungkook con un clic suave, y Danae se quedó sola, sumida en sus pensamientos. Había pasado tanto tiempo apoyando a su amigo, y ahora que estaba a punto de salir al escenario, se sentía un poco sola. Revisó su teléfono por enésima vez, pero no había nada nuevo. De repente, su teléfono sonó con una llamada entrante. Danae se sorprendió al ver el nombre de su hermana en la pantalla. Su hermana, Sophia, no llamaba muy a menudo, así que Danae se sintió intrigada. "Hola, Soph", respondió, intentando sonar tranquila. "Danae, necesito tu ayuda", dijo Sophia, con un tono de urgencia en su voz. "Mamá ha tenido un accidente. Está en el hospital y necesita que alguien esté con ella. ¿Puedes venir lo antes posible?" Danae se sintió como si hubiera sido golpeada en el estómago. Su madre siempre había sido una persona fuerte y saludable, y la idea de que hubiera tenido un accidente la dejó sin aliento. "¿Qué pasó? ¿Está bien?", preguntó, intentando procesar la información. "Parece que fue un accidente de coche. Está en el hospital de St. Luke's. Por favor, Danae, necesitas venir lo antes posible. Estoy en camino, pero no sé cuánto tiempo tardaré en llegar". Danae se puso de pie, sintiendo un sentido de pánico. Sabía que tenía que irse, pero no podía dejar a Jungkook solo en ese momento. Se sintió dividida entre su lealtad a su amigo y su responsabilidad con su familia. "Lo siento, Soph. Estoy en un concierto de Jungkook. No sé si puedo salir ahora", dijo, intentando ganar tiempo. "Por favor, Danae. Mamá necesita que alguien esté con ella. Puedes explicarle a Jungkook lo que está pasando. Seguro que entenderá". Danae suspiró, sabiendo que tenía que tomar una decisión. Miró hacia la puerta de la sala de espera y se preguntó qué hacer. ¿Podía dejar a Jungkook en ese momento? ¿O debía priorizar a su familia? La decisión no sería fácil.