**Capítulo 47: La verdad desnuda**
Part 46
La noche anterior había sido un torbellino de emociones y deseos para Maddie y Ruby. Después de que Sofía y Emily se fueran de fiesta, Maddie y Ruby se quedaron solas en la casa, y la tensión entre ellas se convirtió en algo palpable. Ruby había sembrado una duda en la mente de Maddie sobre su identidad, y ahora parecía que estaban explorando una conexión que iba más allá de la amistad. Al día siguiente, Maddie se despertó con una sensación de vacío y confusión. La noche anterior había sido intensa, y no sabía cómo procesar todo lo que había sucedido. Se levantó de la cama y se dirigió a la cocina, donde encontró a Ruby preparando desayuno. —Hola —dijo Ruby, sonriendo al ver a Maddie. Maddie se sentó en la mesa, intentando parecer normal, pero no podía evitar sentir una sensación de incomodidad. La noche anterior había sido un error, o al menos eso creía. Mientras desayunaban, Sofía y Emily regresaron a casa, riendo y hablando sobre su noche de fiesta. Maddie y Ruby se miraron, y Maddie supo que tenía que mantener el secreto. Pero la tensión entre ellas era palpable, y Maddie no podía evitar sentir que estaba viviendo una mentira. Se levantó de la mesa y se dirigió a su habitación, sintiendo que necesitaba estar sola. Ruby la siguió, y se sentó en la cama a su lado. —Maddie, tenemos que hablar —dijo Ruby, mirándola a los ojos. Maddie se encogió de hombros, intentando parecer indiferente. —¿Qué hay que hablar? —preguntó. Ruby se acercó más, y Maddie pudo sentir su aliento en su cara. —La noche anterior fue solo el comienzo —dijo Ruby, su voz suave y sensual. Maddie se estremeció, y Ruby la besó suavemente en los labios. Maddie se rindió, y se dejaron llevar por la pasión. Pero esta vez, Ruby se puso encima de Maddie, y la penetró con fuerza. Maddie gritó de dolor y placer, y Ruby se detuvo, mirándola a los ojos. —Lo siento —dijo Ruby, su voz llena de arrepentimiento. Maddie se encogió de hombros, intentando parecer indiferente, pero no podía evitar sentir una sensación de dolor y tristeza. Se levantó de la cama, y se dirigió al baño, cerrando la puerta detrás de ella. Se miró al espejo, y vio que tenía lágrimas en los ojos. Se sentó en el suelo, y comenzó a llorar, sintiendo que había perdido el control de su vida. La puerta del baño se abrió, y Ruby se sentó a su lado. —Lo siento, Maddie —dijo Ruby, abrazándola. Maddie se dejó abrazar, y siguió llorando, sintiendo que no sabía qué hacer con sus sentimientos. La verdad estaba desnuda, y Maddie no sabía cómo enfrentarla.