**Capítulo 2: La Oscuridad de la Noche**

La oscuridad de la noche envolvía a Maddie como un abrazo frío y solitario. Después de comprar la comida para perros, se dirigió a su habitación, sintiendo que había dado un paso hacia una nueva vida, pero también hacia una mayor ansiedad. La bolsa de comida para perros pesaba en su mano, recordándole que ahora tenía una forma de satisfacer su adicción de manera más segura. Al llegar a su habitación, se sentó en la cama y miró la bolsa con una mezcla de emociones. Se sentía aliviada de tener un suministro constante, pero también nerviosa por si alguien descubriera su secreto. La oscuridad de la noche parecía cerrarse sobre ella, y se sintió sola y vulnerable. Maddie se levantó y se dirigió al baño, donde se miró en el espejo. Su reflejo le devolvió una imagen de perfección, pero ella sabía que detrás de esa fachada se escondía un secreto oscuro. Se sintió atraída por su propio reflejo, y una sensación de deseo la invadió. De repente, se sintió excitada y se dirigió a su cama. Se acostó y comenzó a acariciar su cuerpo, sintiendo que la tensión se acumulaba en su interior. La oscuridad de la noche parecía aumentar su deseo, y se sintió cada vez más excitada. Maddie se masturbó, sintiendo que el placer la invadía. La comida para perros parecía haberse convertido en un estímulo para su deseo, y se sintió cada vez más autoexcitada. La oscuridad de la noche la envolvía, pero ella se sentía viva y conectada con su cuerpo. En ese momento, se olvidó de su secreto y de las consecuencias que podría tener. Solo se sintió viva y conectada con su propio placer. La noche parecía haberse convertido en su aliada, y se sintió libre de expresar su deseo. Pero, ¿qué pasaría cuando la noche se fuera y la realidad volviera a golpearla? ¿Podría Maddie mantener su secreto y su adicción en secreto, o sería descubierta y juzgada por aquellos que la rodean? La oscuridad de la noche parecía haberse convertido en un refugio para Maddie, pero ¿qué pasaría cuando la luz del día volviera a brillar?