**Capítulo 9: La Desconocida Frontera**

La puerta se cerró detrás de Sofía, y Maddie se quedó sola en la habitación. La imagen de sí misma en el espejo seguía siendo la de una chica con los ojos brillantes y la piel sonrojada. Se sentía diferente, como si hubiera cruzado una frontera invisible. La risa que había soltado anteriormente seguía resonando en su mente, y se preguntó qué la había llevado a sentirse tan segura y relajada. Sofía había mencionado que habían obtenido algo muy especial, pero Maddie no tenía idea de qué se trataba. La incertidumbre la hizo sentir un poco incómoda, pero también curiosa. Se acercó a la mesa donde había estado sentada anteriormente y vio que había un plato con una berenjena fresca. La berenjena parecía estar llamándola, y Maddie se sintió atraída por su forma y su color. De repente, recordó las palabras que había dicho anteriormente: "Soy una rubia tonta". La frase seguía resonando en su mente, y se preguntó si estaba lista para cruzar otra frontera. La berenjena parecía estar esperándola, y Maddie se sintió tentada de tomarla. Sofía había salido de la habitación, pero Maddie sabía que volvería. Se sintió un poco nerviosa, pero también emocionada. La berenjena parecía estar llamándola, y Maddie se decidió a tomarla. La sostuvo en su mano, sintiendo su forma y su peso. La berenjena era suave y fresca, y Maddie se sintió atraída por su textura. La acercó a su cuerpo, y luego se detuvo. Se miró al espejo, y vio que estaba a punto de hacer algo que nunca había hecho antes. La duda la hizo sentir un poco incómoda, pero también curiosa. Maddie se decidió a seguir adelante. Tomó la berenjena y se la introdujo en su culo. El dolor y la sorpresa la hicieron sentir un poco incómoda, pero también emocionada. Se miró al espejo, y vio que estaba haciendo algo que nunca había hecho antes. La habitación estaba en silencio, excepto por el sonido de su propia respiración. Maddie se sentía extrañamente satisfecha, como si hubiera encontrado algo que había estado buscando. La berenjena seguía estando dentro de ella, y Maddie se sintió un poco más segura. La puerta se abrió detrás de ella, y Sofía entró en la habitación. "Maddie", dijo, con una sonrisa en el rostro. "Estás lista para la próxima parte". La voz de Sofía era cálida y aprobadora, y Maddie se sintió un poco más segura. ¿Qué iba a pasar después? Solo el tiempo lo diría.