**Capítulo 14: Un Toque Íntimo**

Part 14

Un Toque Íntimo La pasión y el deseo que habían desencadenado en la habitación anterior todavía estaban muy presentes en el aire. Maddie y la chica pelirroja se encontraban en una posición íntima, con sus cuerpos muy cerca uno del otro. La chica pelirroja todavía estaba temblando de placer después de la experiencia que habían compartido, y Maddie se sentía emocionada por la reacción de su pareja. Mientras miraba a la chica pelirroja, Maddie se sintió atraída por una parte de su cuerpo que no había explorado todavía. Sin pensarlo, se inclinó hacia adelante y posó su boca en el culo de la chica pelirroja. La chica pelirroja gimió de sorpresa y placer al mismo tiempo, y Maddie se sintió atraída por la reacción de su pareja. La chica pelirroja se arqueó hacia atrás, ofreciéndole a Maddie un mejor acceso a esa parte de su cuerpo. Maddie se sintió emocionada por la invitación tácita y comenzó a lamer el culo de la chica pelirroja con suavidad. La chica pelirroja gimió de nuevo, esta vez con más fuerza, y Maddie se sintió afortunada de poder darle tanto placer. Mientras lamía el culo de la chica pelirroja, Maddie se sintió cada vez más conectada con su pareja. La intimidad del momento era casi palpable, y Maddie se sentía como si estuviera en un mundo propio, donde nada más importaba excepto el placer que estaban experimentando juntas. La chica pelirroja se movió ligeramente, como si estuviera buscando una posición más cómoda, y Maddie se adaptó a su movimiento. La boca de Maddie siguió explorando el culo de la chica pelirroja, y esta última gimió de nuevo, esta vez con una mezcla de placer y deseo. Maddie se sintió emocionada por la reacción de su pareja y continuó lamiendo el culo de la chica pelirroja con suavidad. La habitación se llenó de nuevo de los gemidos y suspiros de las dos chicas, y el aire se cargó de una pasión y un deseo que no podían ser ignorados. En ese momento, Maddie se sintió completamente absorta en el placer que estaba dando y recibiendo. La conexión con la chica pelirroja era casi tangible, y Maddie se sentía afortunada de haber encontrado a alguien con quien compartir ese momento tan íntimo y apasionado.