**La soledad en casa**

Part 2

La soledad en casa Maddie llegó a su casa después de un largo día en el instituto, sintiéndose aliviada de estar sola. Sus padres habían viajado a una conferencia de negocios en otra ciudad y no regresarían hasta la noche siguiente. La casa estaba en silencio, solo se escuchaba el tic-tac del reloj en la sala. Se dirigió directamente a su habitación, dejando caer su mochila en el suelo. Se sentó en la cama y se quitó los zapatos, sintiendo el alivio de estar sin ellos. Miró alrededor de su habitación, decorada con posters de sus artistas favoritos y fotos de sus amigos. Era un espacio que reflejaba su personalidad, pero que también escondía su secreto. Se levantó de la cama y se dirigió al armario, donde guardaba sus cosas personales. Abrió un cajón secreto y sacó una pequeña caja de plástico. Dentro, había una bolsa de plástico con una sustancia blanca en su interior. Maddie se sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras la miraba. Era su escapada, su refugio, su veneno. Se sentó en la cama de nuevo y sacó su teléfono. Comenzó a hojear las redes sociales, viendo las publicaciones de sus amigos y conocidos. Todos parecían tener vidas perfectas, sin problemas ni preocupaciones. Maddie se sintió sola y aislada, pero también culpable por desear escapar de su realidad. Después de un rato, decidió que era hora de prepararse para la noche. Se levantó y se dirigió al baño, donde se duchó y se cambió de ropa. Se puso un pijama cómodo y se sentó en la cama con un libro. Pero no pudo concentrarse en la lectura, su mente seguía pensando en la sustancia blanca en la caja. La tentación era grande, y Maddie sabía que no podría resistirla por mucho tiempo. Se levantó de la cama y se dirigió al armario de nuevo. Sacó la caja y la bolsa de plástico, y se sentó en la cama con ellas. Sabía que era un error, pero no podía evitarlo. La necesidad de escapar de su realidad era demasiado fuerte. Con la bolsa en la mano, Maddie se sintió como si estuviera al borde de un abismo, sin saber si podría saltar o no. Pero sabía que una vez que saltara, no habría vuelta atrás.