La Noche de la Verdad

Sofía se preparaba para salir de fiesta con sus amigas, emocionada por dejar atrás la tensión que había estado acumulando en casa. Maddie y Ruby estaban en la habitación, todavía hablando sobre la conversación que habían tenido anteriormente. Ruby había sembrado una duda en la mente de Maddie sobre su identidad, y Maddie no sabía cómo procesar esa información. —Disfruta la noche, chicas —dijo Maddie, forzando una sonrisa mientras veía a Sofía y Emily prepararse para salir. Sofía se acercó a Maddie y le dio un abrazo. —No te preocupes, Maddie. Todo estará bien. ¿Quieres venir con nosotras? Maddie negó con la cabeza. —No, prefiero quedarme aquí. Estoy un poco cansada. Sofía asintió y se despidió de Maddie y Ruby, saliendo de casa con Emily. La casa se quedó en silencio, y Ruby se acercó a Maddie. —Hey, ¿estás bien? —le preguntó Ruby, mirándola a los ojos. Maddie asintió, aunque no se sentía del todo bien. Ruby se acercó más y la tomó de la mano, llevándola de vuelta a su habitación. La noche se estaba poniendo oscura, y la soledad de la casa parecía cerrarse sobre ellas. Ruby se sentó en la cama y miró a Maddie. —Sabes, Maddie, creo que debemos hablar más sobre lo que dije anteriormente —le dijo Ruby, su voz suave y calmada. Maddie se sentó a su lado, sintiendo una conexión extraña con Ruby. —Sí, perhaps deberíamos —le dijo Maddie, su voz apenas audible. Ruby sonrió y se inclinó hacia adelante, su rostro a centímetros del de Maddie. —Creo que deberíamos explorar esta conexión que tenemos —le susurró Ruby al oído. Maddie se estremeció, sintiendo un deseo que no podía controlar. Ruby la besó suavemente en los labios, y Maddie se rindió, dejando que la pasión la llevara. La noche se convirtió en un torbellino de emociones y deseos, y Maddie y Ruby se perdieron en el placer del momento. La casa estaba vacía, pero para ellas, nada más importaba. Al día siguiente, Sofía regresó a casa, sonriendo y riendo con Emily. Maddie y Ruby estaban en la cocina, preparando desayuno. —Hola, chicas —dijo Sofía, sin notar nada extraño. Maddie y Ruby se miraron, y Maddie supo que su vida estaba a punto de cambiar para siempre. Pero, ¿cómo iba a poder mantener el secreto? Y ¿qué pasaría cuando Sofía descubriera la verdad?