La Sombra en la Noche

Maddie se quedó en silencio al otro lado de la línea, esperando a que Julián respondiera. Pero antes de que pudiera decir algo, escuchó un ruido extraño proveniente de afuera de su habitación. Sonó como si algo estuviera golpeando la puerta, suavemente al principio, pero luego con más fuerza. "Julián, espera", dijo Maddie, intentando mantener la calma. "Creo que necesito colgar. Hay algo aquí". Pero Julián no se rindió. "Maddie, ¿qué pasa? ¿Qué está pasando?" Maddie se levantó de la cama y se acercó a la puerta. El golpeo se había detenido, pero podía sentir una presencia al otro lado de la puerta. "Julián, creo que hay alguien aquí", dijo, intentando mantener la voz baja. De repente, el golpeo empezó de nuevo, esta vez con más fuerza. Maddie se alejó de la puerta, asustada. "¿Maddie? ¿Maddie, responde!", gritó Julián al otro lado de la línea. Pero Maddie no pudo responder. Estaba demasiado asustada. El golpeo se detuvo de nuevo, y luego escuchó un ruido extraño, como si algo estuviera arañando la puerta. De repente, la puerta se abrió sola, y Maddie se cayó hacia atrás, aterrada. La luz de la habitación iluminó una figura oscura que se recortaba en el umbral de la puerta. La figura era alta y delgada, y parecía estar hecha de sombras. Maddie no podía ver sus rasgos, pero podía sentir su presencia, una presencia que la hacía sentirse aterrada. La criatura se movió hacia adelante, lentamente, y Maddie se quedó paralizada, incapaz de moverse. La criatura se acercó a ella, y Maddie pudo sentir su aliento frío en su rostro. Pero justo cuando la criatura estaba a punto de tocarla, se detuvo y miró hacia la puerta principal de la casa. Luego, con un movimiento rápido, eliminó la distancia que la separaba de la puerta y se plantó enfrente al portón de la casa, como si esperara a alguien o algo.