**La Confesión**

La habitación seguía en silencio, solo interrumpida por el sonido de la respiración agitada de Maddie. El hombre se detuvo frente a ella, con una expresión arrepentida en su rostro. "Lo siento", repitió, su voz suave y calmada. "No fue mi intención asustarte". Maddie se quedó mirándolo, intentando procesar lo que estaba sucediendo. ¿Quién era este hombre y por qué había entrado en su baño? De repente, el hombre se pasó la mano por el cabello y se sentó en el borde de la bañera, mirándola con una intensidad que la hizo sentir incómoda. "Maddie", dijo, su voz baja y seria. "Tengo algo que decirte. Algo que te hará daño". Maddie se sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Qué podía ser tan grave que este hombre tuviera que decirle? "¿Qué es?" preguntó, intentando mantener la voz firme. El hombre se detuvo, como si estuviera buscando las palabras adecuadas. Luego, con una expresión sombría, dijo: "He matado a tu hermano". Maddie se quedó paralizada, su mente incapaz de procesar lo que había escuchado. ¿Qué? ¿Su hermano? ¿Cómo podía ser posible? Se sintió como si hubiera sido golpeada en el estómago. Su respiración se detuvo y su corazón se paró. No podía creer lo que había escuchado. "¿Qué... qué estás diciendo?" balbuceó, intentando encontrar sentido a las palabras del hombre. El hombre se encogió de hombros, su expresión imperturbable. "Es la verdad", dijo, su voz firme. "Lo maté. Y ahora, estoy aquí, para... para explicarte por qué". Maddie se sintió como si estuviera viviendo una pesadilla. ¿Por qué había matado a su hermano? ¿Quién era este hombre y qué había pasado? Intentó hablar, pero su voz se quedó atascada en la garganta. Solo podía mirarlo, con una mezcla de shock y horror en su rostro. El hombre se levantó y se acercó a ella, su expresión arrepentida. "Lo siento, Maddie", repitió. "Lo siento mucho".