**Capítulo 8: La puerta que la llamó**

Part 7

La noche había seguido su curso sin interrupciones, y Maddie había logrado mantener una sonrisa en su rostro mientras se mezclaba con los demás invitados. Sin embargo, su mente seguía revolviendo alrededor de lo que había sucedido con el árbol. No podía sacudir la sensación de que había experimentado algo profundo y primitivo, algo que la había dejado sintiéndose vulnerable y expuesta. Mientras se movía por la habitación, sus ojos se posaron en una puerta que antes no había notado. Era una puerta vieja y solitaria, que parecía estar fuera de lugar en medio de la fiesta. La puerta estaba hecha de madera oscura y tenía un aspecto antiguo y desgastado. Maddie se sintió atraída por la puerta, como si estuviera siendo llamada por una fuerza invisible. Se disculpó con los demás y se dirigió hacia la puerta, sintiendo una sensación de anticipación en su pecho. La puerta estaba cerrada, pero Maddie se sintió tentada de abrirla. No sabía por qué, pero sentía que había algo al otro lado que la esperaba. Se acercó un poco más y puso la mano en el pomo. La puerta se abrió con un crujido, revelando un espacio vacío y oscuro. Maddie se detuvo en el umbral, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. La oscuridad parecía estar llamándola, como si fuera un abismo sin fondo. Sin pensarlo, Maddie dio un paso adelante, y luego otro, hasta que se encontró dentro del espacio vacío. La puerta se cerró detrás de ella con un golpe seco, y Maddie se quedó sola en la oscuridad. La oscuridad era total, y Maddie tuvo que esperar un momento para que sus ojos se acostumbraran. Cuando lo hicieron, pudo ver que estaba en un espacio pequeño y cerrado, con paredes de piedra y un techo bajo. Maddie se sintió claustrofóbica, pero también intrigada. ¿Qué estaba haciendo allí? ¿Y por qué se sentía tan atraída por aquel lugar? Se movió hacia adelante, intentando encontrar una salida, pero la oscuridad parecía estarla envolviendo. De repente, escuchó un ruido detrás de ella. Se detuvo y se dio la vuelta, pero no vio nada. El ruido se repitió, y esta vez fue más fuerte. Maddie se sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Qué estaba pasando?