**Capítulo 44: Un Encuentro Apasionado en el Supermercado**

Part 43

Después de la inesperada llegada de Ruby a casa de Sofía, la tensión en el aire era palpable. Maddie se sentía culpable por el beso que había compartido con Ruby, pero al mismo tiempo, no podía negar la atracción que sentía por ella. Sofía, por su parte, parecía dolida y confundida. Después de un rato de silencio incómodo, Sofía sugirió que fueran al supermercado a comprar algunas cosas para cenar. Ruby se ofreció a acompañarlas, y Maddie aceptó, a pesar de que se sentía un poco incómodo. En el supermercado, las tres mujeres se movían por los pasillos, seleccionando productos y charlando. Maddie se mantenía un poco al margen, observando la escena con una mezcla de curiosidad y culpa. Mientras estaban en la sección de frutas, Ruby se acercó a él y le susurró algo al oído. Maddie se estremeció al sentir su aliento en su piel. —¿Quieres ir un momento conmigo afuera? —le preguntó Ruby, mirándolo con una sonrisa seductora. Maddie se sintió tentado y asintió con la cabeza. Salieron del supermercado y se dirigieron al estacionamiento, donde Ruby había dejado su auto. En cuanto estuvieron dentro del vehículo, Ruby se acercó a él y lo besó en los labios. Maddie se rindió a la pasión y respondió a su beso. La emoción y el deseo se apoderaron de él, y antes de que se dieran cuenta, estaban haciendo el amor en el asiento trasero del auto. Fue un encuentro apasionado y rápido, pero Maddie no podía negar la emoción que sentía. Ruby era una mujer irresistible, y él había caído bajo su hechizo. Cuando terminaron, se miraron a los ojos, jadeando y sonriendo. Ruby se inclinó hacia adelante y le susurró algo al oído. —Quiero verte de nuevo —le dijo—. ¿Puedo? Maddie asintió con la cabeza, sabiendo que se estaba metiendo en un terreno peligroso. Pero no podía negar la atracción que sentía por Ruby. En ese momento, Sofía y la otra mujer regresaron al auto, sonriendo y charlando. Maddie se sintió culpable de nuevo, pero Ruby solo le guiñó un ojo y sonrió. La situación era cada vez más complicada, y Maddie no sabía qué iba a pasar a continuación. Pero una cosa era segura: su vida iba a cambiar de manera drástica en los próximos días.