**Capítulo 1: Un encuentro inesperado**

Han Jisung caminaba por el parque, disfrutando del cálido sol de la tarde y del fresco aroma a hierba recién cortada. Era un día perfecto para estar al aire libre, y Jisung estaba agradecido de haber decidido salir de su habitación después de una larga mañana de estudios. Mientras paseaba, pensaba en su amigo Lee Felix, con quien había quedado para jugar fútbol más tarde. Felix era un chico divertido y siempre lograba hacer reír a Jisung con sus ocurrencias. Mientras Jisung seguía su camino, notó a un chico sentado en un banco, mirando fijamente su teléfono. Había algo en la forma en que el chico estaba sentado, con la cabeza baja y los hombros encorvados, que hizo que Jisung se sintiera un poco preocupado. Se acercó lentamente al banco, sin querer interrumpir si el chico estaba ocupado. "¿Estás bien?" preguntó Jisung suavemente, intentando no asustar al chico. El chico levantó la cabeza de repente, y Jisung se sorprendió al ver la intensidad de sus ojos. Eran ojos que parecían haber visto mucho, pero también había algo de tristeza en ellos. "¿Quién... quién eres?" tartamudeó el chico, mirando a Jisung con una mezcla de confusión y desconfianza. "Me llamo Han Jisung", respondió con una sonrisa amable. "Estaba solo paseando por el parque y te vi aquí. ¿Quieres hablar un rato?" El chico dudó por un momento, pero luego asintió lentamente. "Me... me llamo Lee Minho", dijo, su voz un poco temblorosa. Jisung se sentó a su lado en el banco, sin querer presionarlo para que hablara si no estaba listo. Mientras se sentaban allí en silencio, Jisung notó que Minho parecía estar mirando a su alrededor, como si estuviera buscando algo o a alguien. "¿Estás buscando a alguien?" preguntó Jisung suavemente, intentando romper el silencio. Minho se volvió hacia él, y Jisung vio algo de vulnerabilidad en sus ojos. "No... no lo sé", admitió, sus hombros encorvándose un poco más. Jisung asintió comprensivamente. "A veces, cuando no sabemos qué está pasando, puede ser difícil encontrar respuestas", dijo. "Pero a veces, solo necesitamos hablar con alguien para sentirnos mejor". Minho lo miró fijamente, y Jisung se sintió un poco incómodo bajo su intensa mirada. Pero entonces, para su sorpresa, Minho sonrió débilmente. "Gracias", dijo, su voz un poco más firme ahora. "Me llamas Jisung, ¿verdad?" Jisung asintió, sonriendo de vuelta. "Sí, soy Jisung. Encantado de conocerte, Minho". Y con eso, Jisung y Minho se sentaron allí en silencio, disfrutando del sol y de la tranquilidad del parque, mientras Jisung se preguntaba qué podría haber traído a Minho a este lugar, y qué historias podría estar ocultando detrás de sus ojos tristes. ¿Qué pasará a continuación?