**La Caída en la Oscuridad**

Part 15

La oscuridad se había apoderado de Maddie, y ella se sentía como si estuviera perdiendo el control de su vida. Después de lo que había sucedido en el parque, se sintió como si estuviera en un abismo sin fondo. La prensa y los paparazzi seguían acosándola, y ahora se sentía sola y vulnerable. El hombre que la había ayudado en el parque había desaparecido tan repentinamente como había llegado, y Maddie se quedó sin saber quién era ni por qué la había ayudado. Mientras caminaba de regreso a su casa, Maddie se sintió abrumada por la ansiedad y la frustración. No podía sacudir la sensación de que estaba siendo perseguida y que no tenía escapatoria. Llegó a su casa y se derrumbó en el sofá, sintiendo que no podía más. De repente, su mirada se posó en un viejo paquete de cigarrillos y una caja de cerillas que había dejado en la mesita de café. No había fumado en mucho tiempo, pero en ese momento, se sintió atraída por la idea de escapar en una nube de humo. Se levantó y se dirigió al baño, donde se miró al espejo y se preguntó qué había pasado con la persona que una vez fue. Mientras se miraba, Maddie se dio cuenta de que había estado evitando el dolor y la ansiedad con la ayuda de la música y la actuación. Pero ahora, se sentía sola y sin rumbo. La tentación de recurrir a las drogas comenzó a crecer en su mente. Maddie se sintió como si estuviera caminando por un sendero oscuro y desconocido. Sabía que no era el camino correcto, pero se sentía atraída por la promesa de un alivio temporal. Se dirigió a su habitación y comenzó a buscar en sus cajones, buscando algo que la ayudara a escapar de la realidad. En ese momento, su mirada se posó en un frasco de pastillas que había escondido hacía mucho tiempo. Se sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero sabía que no podía resistir la tentación. Tomó el frasco y se dirigió al jardín, donde un árbol grande y antiguo se alzaba en la oscuridad. Maddie se acercó al árbol y se sintió atraída por su tronco grueso y rugoso. Sin pensar, comenzó a acariciar el tronco, y de repente, se sintió como si estuviera siendo atraída por una fuerza invisible. Se quitó la ropa y se acercó al árbol, donde comenzó a besar y acariciar el tronco. Mientras lo hacía, Maddie sacó una pastilla del frasco y se la puso en la boca. El sabor amargo la hizo arrugar la cara, pero no se detuvo. Continuó besando y acariciando el árbol, mientras la pastilla comenzaba a hacer efecto. La oscuridad se cernía sobre Maddie, y ella se sentía cada vez más perdida. El árbol parecía estar absorbiendo su cuerpo y su alma, y ella se sentía como si estuviera siendo consumida por una fuerza primitiva y ancestral. En ese momento, Maddie alcanzó un estado de euforia y se sintió como si estuviera volando. El árbol parecía estar moviéndose bajo su cuerpo, y ella se sentía como si estuviera siendo poseída por una fuerza sobrenatural. La oscuridad se había apoderado de Maddie, y ella se había hundido en un abismo de dolor y sufrimiento. ¿Podría encontrar una salida de esta situación, o se hundiría más y más en la oscuridad? Solo el tiempo lo diría.