**La Noche de la Luna Llena**

La oscuridad de la noche envolvía el pueblo como un manto de seda negra, y Maddie se sentía cada vez más inquieta a medida que caminaba con los hombres hacia la salida del pueblo. La luna llena brillaba en el cielo, proyectando una luz plateada sobre el paisaje y haciendo que los ojos de Maddie brillaran con un hambre insaciable. Mientras caminaban, los hombres no paraban de hacerle comentarios lascivos y de tocarla de manera inapropiada. Maddie se reía y sonreía, fingiendo ser una mujerzuela cualquiera, pero por dentro estaba hirviendo de ira y de deseo. De repente, el hombre grande y fornido que había hablado con ella en la taberna se acercó y le dio una nalgada sonora. Maddie se sorprendió y se rió, fingiendo que estaba molesta, pero en realidad se estaba excitando. "Eh, cuidado con eso", dijo, jugueteando con su cabello y mirándolo con una sonrisa coqueta. El hombre se rió y la volvió a tocar, esta vez en la cintura. Maddie se sintió un escalofrío recorrer su espalda y su apetito se despertó aún más. La luna llena parecía estar ejerciendo un influjo sobre ella, haciéndola sentir más salvaje y más peligrosa. "Vamos, vamos", dijo el hombre, empujándola suavemente hacia adelante. "Tenemos un lugar donde podemos divertirnos de verdad". Maddie asintió, con una sonrisa inocente en su rostro, pero por dentro estaba planeando su próximo movimiento. ¿Qué pasaría si perdía el control? ¿Qué pasaría si su verdadera naturaleza se manifestaba? La noche apenas había comenzado, y Maddie estaba a punto de descubrirlo. La oscuridad parecía estar cerrándose sobre ella, y ella se sentía cada vez más atrapada en su papel de mujerzuela. Pero ¿qué pasaría si decidiera dejar de fingir?