**La Unión con la Puerta**
Part 24
La habitación había vuelto a la normalidad después del extraño incidente anterior. Maddie y Emily se habían levantado de la cama y estaban preparándose para ir al baño, mientras que Marly seguía de pie en la puerta, mirándola con una sonrisa enigmática. "¿Qué pasó con la puerta?", preguntó Maddie, notando que Marly seguía mirándola. Marly se volvió hacia ella y se encogió de hombros. "No lo sé", dijo, "pero creo que quiero hacerlo de nuevo". Emily se acercó a Marly, preocupada. "Marly, ¿estás segura de que estás bien?", preguntó. Marly asintió con la cabeza. "Sí, estoy bien", dijo. "Quiero decir... quiero hacer algo con la puerta". Maddie y Emily se miraron entre sí, confundidas. "¿Qué quieres decir?", preguntó Maddie. Marly sonrió de nuevo. "Quiero hacer lo que vi en mi sueño", dijo. "Quiero unirme con la puerta". Emily y Maddie se miraron entre sí, incrédulas. "Marly, no puedes estar hablando en serio", dijo Emily. Pero Marly parecía muy seria. Se acercó a la puerta y la acarició suavemente. "Quiero sentirla dentro de mí", dijo. Maddie y Emily se miraron entre sí, sin saber qué hacer. No querían dejar que Marly hiciera algo que pudiera lastimarla, pero al mismo tiempo, no querían interferir con sus deseos. "Marly, ¿estás segura de que esto es lo que quieres?", preguntó Maddie. Marly asintió con la cabeza. "Sí, estoy segura", dijo. Sin decir nada más, Marly se acercó a la puerta y comenzó a besarla suavemente. Luego, se desnudó y se puso en una posición que hizo que Maddie y Emily se quedaran sin aliento. La puerta parecía estar esperándola, y Marly se unió a ella de una manera que ninguna de las chicas había visto antes. La situación era surrealista y perturbadora, pero al mismo tiempo, parecía ejercer un extraño atractivo sobre las chicas. Mientras Marly se unía con la puerta, Maddie y Emily se miraron entre sí, sin saber qué hacer. No podían creer lo que estaban viendo, pero al mismo tiempo, no podían evitar sentirse atraídas por la escena. La unión entre Marly y la puerta parecía ser una cosa viva, algo que estaba sucediendo en ese momento y que no podía ser detenido. Y mientras las chicas miraban, se dieron cuenta de que nada volvería a ser igual después de eso.