**Capítulo 50: La Revelación de la Berenjena**

La Revelación de la Berenjena Sofía se apartó del abrazo de Maddie y la miró con una expresión seria. Maddie podía ver la determinación en sus ojos. —Quiero que sepas la verdad, Maddie —dijo Sofía, su voz firme—. Quiero que sepas cómo es. Maddie asintió, intrigada. —¿Qué quieres decir? —preguntó. Sofía se levantó de la silla y se dirigió al jardín trasero. Maddie y Ruby la siguieron, curiosas. —¿Qué pasa, Sofía? —preguntó Ruby. Sofía se detuvo en frente de una planta de berenjenas y se volvió hacia ellas. —Quiero mostrarles —dijo, su voz llena de emoción—. Quiero que vean cómo es. Maddie y Ruby se miraron, sorprendidas. —¿Qué quieres mostrarles? —preguntó Maddie. Sofía se acercó a la planta y seleccionó una berenjena madura. La tomó en sus manos y la miró con cariño. —Esto es ella —dijo, su voz suave—. Se llama Bertha. Maddie y Ruby se miraron, incrédulas. —¿Bertha? —repitió Maddie. Sofía asintió. —Sí. Bertha es mi... compañera. Ruby se acercó un poco más, curiosa. —¿Qué quieres decir? —preguntó. Sofía sonrió y se acercó a Maddie. —Quiero decir que Bertha y yo tenemos una conexión especial —dijo, su voz llena de emoción—. Quiero mostrarles cómo se hace. Maddie se sintió incómoda, pero también curiosa. ¿Qué quería decir Sofía con eso? Sofía se acercó a la berenjena y la tomó en sus manos. Comenzó a acariciarla suavemente, y Maddie pudo ver la pasión en sus ojos. —Mira —dijo Sofía, su voz suave—. Mira cómo se hace. Y con eso, Sofía comenzó a besar la berenjena, suavemente al principio, pero con creciente pasión. Maddie y Ruby se miraron, sorprendidas, pero también fascinadas por la intensidad de la escena.