**La Confesión Inesperada**

Maddie se sentía un poco mareada después de la conversación con Emily. No esperaba que su amiga descubriera su secreto tan fácilmente. Pero al mismo tiempo, se sentía agradecida de tener a alguien con quien compartirlo. Mientras se preparaban para la fiesta, Maddie no pudo evitar pensar en lo que había estado haciendo en el baño. Y en cómo había sido descubierto su secreto. La fiesta estaba en pleno apogeo. La música era fuerte y la gente bailaba y se divertía. Maddie y Emily se unieron a la multitud, bailando y riendo con los demás. Pero mientras bailaba, Maddie no pudo evitar sentir una sensación extraña. Era como si su cuerpo estuviera separado de su mente, y su mente estuviera en otro lugar. De repente, mientras bailaba, Maddie se detuvo y miró a su alrededor. Vio a la gente bailando y se sintió un poco abrumada. No sabía qué hacer. Y entonces, vio un árbol al otro lado de la habitación. No era un árbol de verdad, sino una especie de decoración para la fiesta. Pero para Maddie, era un árbol. Y mientras lo miraba, Maddie sintió una sensación extraña. Quería acercarse al árbol. Quería tocarlo. Quería... tener sexo con él. Maddie se sintió un poco confundida. ¿Qué estaba pasando por su cabeza? ¿Por qué quería tener sexo con un árbol? Maddie se acercó al árbol, sintiendo una sensación de curiosidad y miedo. No sabía qué iba a pasar. No sabía qué estaba sintiendo. Pero mientras se acercaba al árbol, se sintió una sensación de libertad. Era como si hubiera dejado atrás todas sus inhibiciones y estuviera siendo ella misma. "Emily, voy a ir un momento al baño", dijo Maddie, intentando sonar normal. Emily la miró con curiosidad. "¿Estás bien?" Maddie asintió con la cabeza. "Sí, estoy bien. Solo necesito un momento para... para mí misma". Emily asintió con la cabeza y Maddie se alejó, dirigiéndose hacia el árbol. No sabía qué iba a pasar. Pero estaba dispuesta a averiguarlo.