**Capítulo 21: La Oscuridad que la Persigue**

Part 20

La oscuridad que la persigue. Maddie se levantó del banco, sintiendo que su mundo se había vuelto al revés. No sabía qué iba a hacer a continuación, pero sabía que tenía que seguir investigando. Tenía que encontrar respuestas, y tenía que descubrir quién era en realidad. Mientras caminaba por el parque, se dio cuenta de que estaba siendo seguida por un grupo de chicos que parecían tener malas intenciones. Al principio, Maddie pensó que estaba siendo paranoica, pero pronto se dio cuenta de que los chicos estaban acorralándola. Eran altos y fuertes, y parecían estar disfrutando de la situación. Maddie se sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras se daba cuenta de que estaba sola y vulnerable. Los chicos se acercaron a ella, sonriendo y haciendo comentarios obscenos. Maddie intentó ignorarlos, pero ellos se volvieron más insistentes. Uno de ellos la agarró del brazo, y Maddie se sintió un golpe de adrenalina recorrer su cuerpo. "¿Qué quieres?", le preguntó Maddie, intentando sonar firme. Los chicos se rieron, y uno de ellos le dijo: "Queremos saber qué estás haciendo aquí sola, rubia". Maddie se dio cuenta de que estaban llamándola rubia, al igual que las chicas que había visto anteriormente. Maddie intentó zafarse, pero los chicos se volvieron más agresivos. La empujaron contra una pared, y Maddie se sintió un golpe de miedo recorrer su cuerpo. Uno de ellos le puso la mano en la boca, y Maddie se sintió como si estuviera a punto de perder el control. En ese momento, Maddie recordó algo que Aria le había dicho: "No te dejes llevar por el miedo". Maddie se dio cuenta de que tenía que defenderse, y así que comenzó a forcejear con los chicos. Logró zafarse de ellos y salió corriendo del parque, sin saber hacia dónde iba. Mientras corría, Maddie se dio cuenta de que estaba llorando. Se sentía asustada y vulnerable, y no sabía qué iba a pasar a continuación. Pero sabía que tenía que seguir adelante, y que tenía que encontrar una manera de protegerse. La oscuridad parecía estar cerrándose sobre ella, y Maddie no sabía si iba a poder escapar.