**La Desnudez de la Bestia**

La oscuridad había terminado de envolver a la criatura, y cuando la luz volvió a penetrar en la habitación, ésta se encontraba desnuda, tendida en el suelo, con los restos de Alex aún esparcidos a su alrededor. Su cuerpo, que una vez fue el de una joven inocente, ahora parecía completamente transformado, cubierto de cicatrices y heridas que parecían recientes. La piel pálida y suave de Maddie había dado paso a una tez más oscura y rugosa, con marcas de mordeduras y arañazos que cubrían su torso y extremidades. La criatura, ahora desnuda, se levantó lentamente del suelo, como si volviera a la vida después de un largo sueño. Miró a su alrededor, y sus ojos se detuvieron en los restos de Alex. Un destello de satisfacción cruzó su rostro, y luego se desvaneció, reemplazado por una expresión de confusión y desorientación. Maddie, o lo que quedaba de ella, se tambaleó hacia adelante, intentando encontrar un sentido a su nuevo estado. Su mirada se posó en su propio cuerpo, y un grito de terror brotó de su garganta al ver su desnudez. Se cubrió con las manos, intentando protegerse, pero su mirada pronto se detuvo en las heridas y cicatrices que cubrían su cuerpo. Se acercó a una pared cercana y se miró en un espejo roto que colgaba de ella. El reflejo que le devolvió la imagen fue el de una criatura despiadada y aterradora, con ojos que parecían arder de un fuego interno. Maddie se horrorizó al ver su propia imagen, y un llanto desesperado brotó de su garganta. Pero mientras lloraba, algo extraño sucedió. Su cuerpo comenzó a cambiar de nuevo, esta vez de una manera más sutil. Sus heridas comenzaron a cerrarse, y su piel se volvió más suave. Sus ojos, aunque aún parecían contener un fuego interno, perdieron algo de su intensidad. Maddie se detuvo de llorar, y se miró de nuevo en el espejo. Su rostro estaba marcado por la tristeza y el horror, pero en sus ojos había una chispa de reconocimiento, una chispa de la persona que una vez fue. Y en ese momento, se dio cuenta de que todavía había algo de ella, algo que luchaba por salir de la bestia que la había consumido.