**La Máscara de la Inocencia**

Maddie se hizo la tonta rubia, con una sonrisa bobalona en su rostro y una mirada vacía en sus ojos azules. Se acercó a los hombres que salían de la taberna, tambaleándose ligeramente sobre sus tacones altos. "¿Hola, chicos?", preguntó, con una voz dulce y melodiosa. "¿Qué están haciendo esta noche?" Los hombres se miraron entre sí, sonriendo al ver a la hermosa rubia que se les acercaba. Uno de ellos, un tipo grande y fornido con un bigote espeso, se adelantó. "Estamos buscando diversión", dijo, con una sonrisa lasciva. "¿Y tú, linda? ¿Quieres unirte a nosotros?" Maddie se rió, con un sonido musical y despreocupado. "Oh, no sé...", dijo, jugueteando con su cabello. "¿Qué tipo de diversión tienen en mente?" El hombre se acercó a ella, su aliento oliendo a cerveza y tabaco. "Podemos mostrarte", dijo, con una sonrisa maliciosa. "¿Quieres venir con nosotros?" Maddie asintió, con una sonrisa inocente en su rostro. "Sí, ¿por qué no?", dijo. "Me encanta divertirme". En realidad, Maddie estaba calculando la distancia entre ella y los hombres, evaluando su fuerza y su velocidad. Estaba midiendo su capacidad para controlar sus impulsos, para mantener su verdadera naturaleza oculta. Pero mientras caminaba con los hombres hacia la salida del pueblo, Maddie no pudo evitar sentir que su apetito se estaba despertando de nuevo. La luna estaba llena, y el aire estaba cargado de un olor a sangre y sudor. ¿Qué pasaría si Maddie perdía el control? ¿Qué pasaría si su verdadera naturaleza se manifestaba? La noche apenas había comenzado, y Maddie estaba a punto de descubrirlo.