**La Sexualización de una Adolescente**

Part 2

La sexualización de una adolescente era algo que Maddie había experimentado desde muy joven. En la escuela, sus compañeros no perdían ocasión de hacer comentarios sobre su cuerpo, y a menudo se referían a ella de manera inapropiada. Los chicos de su edad la miraban de arriba a abajo, y algunos incluso se atrevían a hacerle proposiciones obscenas. Maddie se sentía incómoda y vulnerable en esas situaciones. Intentaba ignorarlos y seguir adelante, pero era difícil hacerlo cuando parecía que todos a su alrededor estaban enfocados en su físico. Sus compañeros de clase hablaban sobre ella en voz baja, y a menudo se reían y hacían bromas a su costa. Un día, mientras estaba sentada en el patio de la escuela, un grupo de chicos se acercó a ella. "Hola, Maddie", dijo uno de ellos, un chico alto y delgado con una sonrisa burlona en el rostro. "¿Qué tal si nos das un espectáculo?" Maddie se sintió ruborizada y avergonzada. "¿Qué estás hablando?", preguntó, intentando mantener la calma. "Vamos, Maddie", dijo otro chico, un moreno con ojos traviesos. "Sabemos que te gusta mostrar tu cuerpo. ¿Por qué no nos das un pequeño espectáculo?" Maddie se levantó de su asiento, sintiendo una mezcla de ira y frustración. "No voy a hacer nada de eso", dijo, mirándolos fijamente. "Y aunque lo hiciera, no sería para vosotros. Mi cuerpo es mío, y no tengo que mostrarlo a nadie." Los chicos se rieron y se burlaron de ella, pero Maddie se mantuvo firme. Sabía que estaba defendiendo su dignidad y su derecho a ser tratada con respeto. Sin embargo, no todos sus compañeros eran como esos chicos. Había algunos que la trataban con amabilidad y respeto, y que no la veían solo como un objeto de deseo. Uno de ellos era un chico llamado Alex, que siempre la había tratado con amabilidad y consideración. Alex era un chico callado y reservado, con ojos marrones que parecían ver más allá de la superficie. Maddie lo había notado desde hacía tiempo, pero nunca había pensado que fuera alguien con quien pudiera hablar abiertamente. Un día, mientras estaban sentados en la biblioteca, Alex se acercó a ella y se sentó a su lado. "Hey, Maddie", dijo, mirándola con una sonrisa amable. "¿Estás bien? He visto que has estado teniendo problemas con algunos chicos." Maddie se sintió agradecida por su interés. "Sí, estoy bien", dijo. "Solo es que algunos chicos no pueden evitar mirarme de manera inapropiada." Alex asintió con la cabeza. "Lo entiendo", dijo. "Pero no dejes que te afecten. Eres más que tu físico, Maddie. Eres inteligente, divertida y amable. No dejes que nadie te haga sentir lo contrario." Maddie sonrió, sintiendo una conexión con Alex que no había sentido con nadie antes. "Gracias, Alex", dijo. "Significa mucho para mí que me apoyes." En ese momento, Maddie se dio cuenta de que había alguien que la veía de manera diferente, alguien que la valoraba por quién era en realidad. Y eso la hizo sentir más segura y más decidida a seguir adelante, a ser la persona que quería ser.