**Capítulo 36: La Sombra del Pasado**
Part 36
La Sombra del Pasado Maddie seguía caminando, tratando de dejar atrás el encuentro con Alex y sus amigos. Sin embargo, no podía sacudir la sensación de que había sido un error detenerse a hablar con ellos. La forma en que Alex la había mirado, con una sonrisa burlona y un tono demasiado familiar, la había hecho sentir incómoda. Mientras seguía su camino, notó que un grupo de chicas la estaban mirando desde la acera opuesta. Eran chicas de su edad, con aspecto de estudiantes de secundaria, y parecían estar hablando sobre ella. Maddie se sintió un poco nerviosa y trató de ignorarlas, pero no podía evitar escuchar sus comentarios. "¡Mira a la rubia tonta!", dijo una de ellas, señalándola con el dedo. "¿Qué hace sola por aquí?" Las demás chicas se rieron y comenzaron a hacer comentarios sobre su aspecto y su comportamiento. Maddie se sintió un poco avergonzada y trató de acelerar el paso, pero las chicas la estaban siguiendo. "¿Qué pasa, rubia tonta?", dijo una de ellas, acercándose a ella. "¿Te crees que eres especial solo porque tienes el pelo rubio?" Maddie se detuvo en seco y se dio la vuelta hacia ellas. Estaban sonriendo y riendo, pero había algo en sus ojos que la hizo sentir miedo. Se dio cuenta de que no estaban bromeando, y que realmente la estaban tratando de "rubia tonta". Se sintió un poco mareada y trató de hablar, pero no pudo encontrar las palabras. Las chicas se acercaron más, rodeándola y haciendo que se sintiera atrapada. De repente, recordó las palabras de Eira: "No tienes que ser como ellos, Maddie. Eres fuerte y valiente". Se dio cuenta de que no tenía que dejar que esas chicas la intimidaran, y que podía defenderse. Se puso recta y las miró a los ojos. "No soy una rubia tonta", dijo, con voz firme. "Soy Maddie, y no me gusta que me traten así". Las chicas se detuvieron en seco, sorprendidas por su respuesta. Durante un momento, hubo silencio, y Maddie se sintió un poco más segura. Luego, las chicas se dieron la vuelta y se alejaron, riendo y bromeando entre ellas. Maddie se quedó allí, sintiéndose un poco aliviada. Se dio cuenta de que había encontrado la fuerza para defenderse, y que no tenía que dejar que los demás la definieran. Mientras seguía su camino, se preguntó si Eira y Riven estarían orgullosos de ella.