**La Devoración**

Maddie se acercó aún más a la jaula, su sonrisa se amplió y sus ojos brillaron con una luz hambrienta. Alex se estremeció de miedo, sabiendo que estaba a su merced. La jaula parecía cerrarse sobre él, y el aire se llenó de un olor a muerte. Maddie extendió su mano y acarició la jaula, como si estuviera acariciando a un animal doméstico. "Te he estado esperando durante mucho tiempo", dijo, su voz suave y seductora. "Y ahora, finalmente, eres mío". Alex trató de gritar, pero su voz se quedó atascada en su garganta. Maddie se inclinó hacia adelante, su boca se abrió y mostró unos dientes afilados. Alex se dio cuenta de que estaba a punto de ser devorado vivo. Maddie se lanzó hacia adelante, y Alex cerró los ojos, esperando lo peor. Pero en lugar de sentir el dolor de sus dientes, sintió un cambio en su cuerpo. Su visión se volvió borrosa, y su corazón comenzó a latir con una velocidad anormal. Cuando abrió los ojos, vio a Maddie mirándolo con una sonrisa perversa. Estaba cambiando, su cuerpo se estaba transformando en algo monstruoso. Su piel se estaba volviendo escamosa, y sus ojos se estaban convirtiendo en dos puntos rojos brillantes. Alex se dio cuenta de que Maddie no era humana, era algo mucho más antiguo y primitivo. Y ahora, estaba a punto de convertirse en su próxima comida. La transformación de Maddie fue rápida y aterradora. Su cuerpo se contorsionó y se estiró, hasta que se convirtió en una criatura grotesca y hambrienta. Alex se estremeció de miedo, sabiendo que estaba condenado. La criatura que una vez fue Maddie se lanzó hacia él, y Alex se preparó para el final. La oscuridad se cerró sobre él, y todo se volvió negro. Pero justo cuando la criatura estaba a punto de devorarlo, algo la detuvo. Un ruido extraño, como un grito de guerra, resonó en el aire. La criatura se detuvo en seco, y miró hacia la puerta. Alex aprovechó la distracción para mirar alrededor, buscando una oportunidad para escapar. Pero la criatura se volvió hacia él, y Alex se dio cuenta de que su suerte había terminado. La criatura se lanzó hacia él, y todo se volvió negro.