Capítulo 25: La Trampa se Cierra
Part 25
La oscuridad parecía cerrarse sobre mí como una trampa, y el sonido de las risas de los chicos en el coche me hacía sentir cada vez más incómoda. Estaba sentada en el asiento trasero, rodeada de ellos, y podía sentir sus ojos sobre mí como un peso. El conductor apagó el motor y se volvió hacia mí con una sonrisa maliciosa. "Bueno, creo que hemos llegado", dijo, y su voz me hizo sentir un escalofrío. Los chicos se rieron y se miraron entre sí, como si supieran algo que yo no sabía. El conductor abrió la puerta del coche y me indicó que saliera. Me bajé del coche, temblando de miedo, y miré alrededor. Estábamos en un lugar abandonado, con edificios vacíos y calles desiertas. No había nadie más allí, solo nosotros. "¿Qué pasa?", le pregunté al conductor, tratando de mantener la voz firme. "Vamos a divertirnos un poco", dijo, y me agarró del brazo. Los otros chicos se acercaron y me rodearon, sus ojos brillando con malicia. Me arrastraron hacia un edificio cercano, un lugar oscuro y abandonado que parecía haber sido desocupado durante años. "¿Qué van a hacer conmigo?", le pregunté a uno de ellos, pero no me respondió. Me llevaron hacia una habitación en el interior del edificio, una habitación pequeña y oscura con paredes de ladrillo y un techo bajo. Había una cuerda en el suelo, y uno de los chicos la recogió y se acercó a mí. "Vamos a asegurarnos de que no te escapes", dijo, y comenzó a atarme las muñecas con la cuerda. Me debaté y traté de liberarme, pero eran demasiado fuertes. Me ataron las muñecas y los tobillos, y me dejaron caer al suelo. Me quedé allí, indefensa y asustada, mientras los chicos se reían y se miraban entre sí. "¿Qué van a hacer conmigo?", le pregunté de nuevo, pero solo me reían. La oscuridad se cerró sobre mí, y supe que estaba en grave peligro. ¿Qué iba a pasar ahora? ¿Iba a poder escapar? Solo el tiempo lo diría.