**Un giro inesperado**

Part 44

Un giro inesperado Maddie se sentía cada vez más confundida y culpable por lo que había sucedido con Ruby en el auto. Aún no podía creer que hubiera terminado haciendo el amor con ella, a pesar de que sabía que Sofía la consideraba una amiga. La situación era cada vez más complicada, y Maddie no sabía cómo iba a poder explicarle todo a Sofía. Mientras regresaban a casa, Maddie se mantenía en silencio, pensativa y preocupada. Ruby, por su parte, parecía tranquila y relajada, sonriendo de vez en cuando mientras miraba por la ventanilla. Al llegar a casa, Sofía y la otra mujer, cuyo nombre era Emily, se dieron cuenta de que algo había cambiado en el ambiente. Maddie se disculpó y se fue a su habitación, sintiendo que necesitaba estar sola para procesar todo lo que había sucedido. Ruby la siguió, llamándola suavemente a la puerta. Maddie se levantó y la abrió, encontrándose con Ruby sonriendo en el pasillo. —¿Hey, estás bien? —le preguntó Ruby, acercándose a ella. Maddie asintió con la cabeza, aunque no se sentía del todo bien. Ruby se acercó más y la tomó de la mano, llevándola de vuelta a su habitación. —Maddie, quiero hablar contigo sobre lo que pasó —le dijo Ruby, sentándose en la cama—. Sé que las cosas se complicaron, pero quiero que sepas que no fue mi intención lastimar a Sofía. Maddie se sentó a su lado, mirándola a los ojos. —No fue tu intención, lo sé —le dijo—. Pero la verdad es que no sé qué hacer ahora. Me gustas, Ruby, pero también me importa Sofía. Ruby sonrió y le acarició el cabello. —Lo sé, Maddie. Y quiero que sepas que me gustas también. Pero creo que hay algo más que debemos considerar. Maddie la miró, curiosa. —¿Qué es? —le preguntó. Ruby se inclinó hacia adelante y le susurró algo al oído. —Maddie, creo que deberíamos saber la verdad sobre ti. Quiero decir, sobre quién eres en realidad. Maddie se sorprendió, sin entender a qué se refería Ruby. —¿Qué quieres decir? —le preguntó, sintiendo una mezcla de curiosidad y miedo. Ruby sonrió de nuevo. —Quiero decir que creo que eres una chica, Maddie. Una chica que ha estado viviendo como un chico durante mucho tiempo. Maddie se quedó en silencio, sin saber qué decir. La idea era tan inesperada que no podía creer que fuera verdad. Pero mientras miraba a Ruby a los ojos, se dio cuenta de que quizás, solo quizás, Ruby tenía razón.