**La conexión inesperada**
Part 4
La noche se estaba volviendo más fresca y el aire se llenaba del aroma a hojas secas y a madera quemada. Maddie y Axel se sentaron en silencio durante un rato, disfrutando de la tranquilidad del bosque. La luna estaba subiendo en el cielo y proyectaba una luz plateada sobre el claro. Axel se volvió hacia Maddie y sonrió. "¿Sabes, Maddie? Me alegra haberte conocido. Hay algo en ti que me hace sentir... cómodo". Maddie se ruborizó y miró hacia abajo, sintiendo que su corazón latía un poco más rápido. "Me alegra haberte conocido también, Axel. Eres muy fácil de hablar". Axel se rió suavemente. "Gracias. Creo que es porque ambos somos un poco solitarios, ¿no crees?" Maddie asintió con la cabeza, sintiendo que Axel había tocado un nervio sensible. "Sí, supongo que sí. Me gusta estar sola, pero a veces me siento... vacía". Axel la miró con curiosidad. "¿Qué quieres decir con eso?" Maddie dudó un momento antes de responder. No estaba segura de si debía abrirse con Axel, pero había algo en su mirada que la hacía sentir que podía confiar en él. "Quiero decir que a veces me siento como si estuviera viviendo en un mundo que no es mío", dijo finalmente. "Como si estuviera buscando algo, pero no sé qué es". Axel asintió con la cabeza, entendiendo. "Creo que sé a lo que te refieres. A veces me siento igual. Como si estuviera buscando un propósito, pero no sé dónde buscar". Maddie se sorprendió al descubrir que Axel entendía exactamente lo que estaba diciendo. "Sí, exactamente. Es como si hubiera algo dentro de mí que me está llamando, pero no sé qué es". Axel se levantó de la roca y se acercó a un árbol cercano. Sacó un cuaderno de dibujo de su bolsillo trasero y se lo ofreció a Maddie. "Quiero que dibujes algo para mí", dijo con una sonrisa. "Algo que te haga sentir viva". Maddie dudó un momento, pero algo en la mirada de Axel la hizo sentir que podía confiar en él. Tomó el cuaderno y comenzó a dibujar, sintiendo que su creatividad se estaba despertando. Mientras dibujaba, Axel se sentó a su lado y la observó, sonriendo. Maddie se sentía cómoda con él, como si lo hubiera conocido durante años. Cuando terminó de dibujar, le mostró a Axel su creación. Era un dibujo de un árbol con ramas que se extendían hacia el cielo, como si estuvieran alcanzando algo. Axel lo miró y sonrió. "Me encanta", dijo. "Es como si hubieras capturado un pedazo de tu alma en este dibujo". Maddie se ruborizó, sintiendo que Axel había visto algo en ella que no había visto nadie más. "Gracias", dijo, sonriendo. Axel se levantó de la roca y se acercó a Maddie. "Quiero que sepas que estoy aquí para ti, Maddie. Si necesitas hablar o simplemente necesitas alguien que te escuche, estoy aquí". Maddie se sintió un cosquilleo en el estómago al pensar en la posibilidad de tener a Axel en su vida. ¿Quién sabía qué podría pasar? Pero por ahora, se sentía contenta de haberlo conocido.