**Capítulo 4: La Revelación**

La habitación se quedó en silencio durante un momento, solo se escuchaba el sonido de la respiración agitada de Akane y el ruido de pasos que se acercaba. Rin se levantó de la silla, su corazón latiendo con anticipación. "¿Qué pasa?", le preguntó Rin, su voz baja y urgente. Akane se acercó a él, su rostro pálido y asustado. "Tenemos que irnos, ahora", repitió, su voz llena de miedo. Rin asintió con la cabeza y se dirigió hacia la puerta, pero Akane lo detuvo. "No, no por ahí", dijo, señalando hacia una ventana en el fondo de la habitación. "Tenemos que salir por ahí". Rin se acercó a la ventana y la abrió, revelando una vista de la ciudad oscura y silenciosa. Akane se subió a la ventana y se asomó, mirando hacia afuera. "¿Qué ves?", le preguntó Rin, su voz baja. Akane se dio la vuelta y lo miró, su rostro iluminado por la luna. "Veo a personas que no deberían estar aquí", dijo, su voz llena de miedo. "Personas que nos buscan". Rin se asomó por la ventana y vio a un grupo de personas sombrías que se movían por la calle, sus rostros ocultos por la oscuridad. "¿Quiénes son?", le preguntó Rin, su voz baja. Akane se encogió de hombros. "No lo sé, pero creo que están aquí por Yuui". Rin se sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Qué estaba pasando? ¿Y por qué esas personas estaban buscando a Yuui? De repente, Akane se deslizó por la ventana y se encontró en la calle, mirando hacia arriba. "Vamos", dijo, su voz urgente. "Tenemos que irnos". Rin la siguió, saltando por la ventana y aterrizando en la calle. Akane ya estaba corriendo, su figura oscura desapareciendo en la noche. Rin la siguió, su corazón latiendo con anticipación. ¿Qué estaba pasando? ¿Y dónde estaban yendo?